INSPECTOR MAX

Después de años de colaboración con el Departamento de Investigación Criminal de la Policía Judicial, el viejo Inspector Max se jubiló. No sin antes haber sido padre de una camada de cachorros, de los cuales uno de ellos fue adoptado por la familia Mendes. Escogieron al que más se parecía a su progenitor y lo llamaron Max Júnior.

En diez años, la familia experimentó grandes cambios. Jorge Mendes, el inspector dueño del Max original, contrajo matrimonio con Joana, una joven y brillante abogada, con la que tuvo un hijo llamado Manuel, que ya tiene 8 años.

Jorge y Joana tienen una relación afectuosa, cómplice y cariñosa, incluso bromeando sobre la relativa diferencia de edad que los separa. Sin embargo, sus respectivas profesiones los colocarán en lados opuestos en ocasiones, ya que Joana representa como abogada a clientes acusados por el departamento dirigido por Jorge.

Inspector Max es la precuela de la conocida serie homónima.